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ALICIA

y un despiadado país de las maravillas

I. TIEMPOS MODERNOS

 

Habitábamos una realidad Postmoderna que provenía de tiempos modernos. Sus engranajes se habían forjado a fuego con acero. Nos doblegaba los huesos, nos partía nuestros vínculos, nuestros afectos. Todo giraba en un perfecto engranaje de ingeniería social.

II. NUEVO ORDEN

 

No existía la libertad, ni la igualdad, ni la fraternidad. Todos los grandes relatos habían caído, ya no creíamos en nada. Un nuevo orden se había establecido y no podíamos hacer nada al respecto. La esperanza había caído en el olvido.

III. MUERTE

 

Afrontábamos la muerte matando el tiempo con el ajedrez. Algunos lo llamaban“El juego de las Causalidades”. La belleza del juego está encerrada en una serie de movimientos determinados por tus elecciones previas. De las cuales no tienes escapatoria. El juego de las causalidades provenía de un tiempo que desconocíamos, de un abismo al que temíamos. Había una carga en el juego que nosotros soportábamos en nuestras propias causalidades.

IV. REALIDAD VIRTUAL

 

Nos evadíamos en pantallas luminosas de Realidad Virtual. Tan solo sentíamos Dolor queríamos estar sedados porque resultaba doloroso no fingir. Aunque aquello tampoco funcionaba. Muchos perdían el juicio en la realidad virtual. Acababan locos, ellos solos encerrados en sus propias tinieblas.

V. ORIGEN

 

Caía una carga evolutiva en nosotros debido al juego de las causalidades. Algunos intentaron buscar el origen de las causalidades. No encontraban nada más que causas detrás de otras causas. Desesperación tras desesperación, horror tras horror, agonía tras agonía. Esa fuerza inconmensurable quemaba sus tejidos. Aun así unos pocos frecuentaban esta práctica con el convencimiento que los acercaba a la verdad. Aunque muchos perecían en ella.

VI. CRUZ

 

Durante casi 2000 años habían perdurado ideas que sostenían las causas a las que nos enfrentábamos. Eran una cruz sobre nosotros. Algunos aun se aferraban a ellas. Además servían para perpetuarse a lo largo de las causalidades y ese poder era usado en beneficio de pocos.

VII. VACÍO

 

Pero dejaba a la gran mayoría en un vacío existencial. Sentíamos el miedo del abismo cuando la oscuridad penetraba en nuestras pupilas y no había motivo para albergar amor o esperanza.

VIII. SINGULARIDAD

 

Pero a veces las causalidades y sus juegos producían singularidades inesperadas. Algunos vieron la luz dentro del abismo y se aferraron a ella con vehemencia.

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